La semana pasada, el Banco Central de Brasil se reunió para tomar su última decisión de política monetaria, consistente en recortar en 50 puntos básicos el tipo Selic, del 13.25% hasta 12,75%, en lo que al parecer fue una decisión unánime entre los miembros del Copom.
Si bien este resultado logró contentar a los mercados, que descontaban ampliamente este resultado, la declaración de los tipos de interés que acompañaba a la decisión minimizó cualquier esperanza de que las autoridades aumentasen el ritmo del ciclo de flexibilización, al menos en el corto plazo. Este sentimiento parece haberse confirmado hoy con la publicación de las actas de la reunión, que muestran que los responsables políticos se centraron específicamente en la inflación de los servicios y en la posibilidad de que persista dada la resistencia de las condiciones de crecimiento, y con el último informe de inflación quincenal de septiembre, que mostró un repunte significativo de la inflación general y subyacente.
En consecuencia, los mercados han seguido recortando las expectativas sobre el ciclo de relajación del BCB, aunque todavía está lejos del consenso de la encuesta Focus, que prevé que los recortes de 50 puntos básicos se mantengan hasta mediados de 2024.
El perfil de la tasa Selic implícito en los precios de mercado se ha ido relajando en los últimos días, aunque aún se sitúa lejos de las previsiones del consenso de economistas.
Aunque ligeramente por debajo de las expectativas de los economistas, la inflación general pasó del 4,24% al 5% en las dos primeras semanas de septiembre. Aunque gran parte del aumento de la inflación se debió al transporte, reflejo de la subida de los precios del combustible, las estimaciones de la inflación subyacente también muestran un repunte hasta el 5,5% desde el 5,4% interanual de hace un mes. De acuerdo con la nota que acompaña a los datos, seis de los nueve grupos presentaron un repunte en el periodo encuestado, siendo la categoría de los Transportes la contribución más alta a este aumento, seguida de la de Vivienda, aunque ésta habría experimentado una desaceleración con respecto a la lectura anterior. Dentro de ambas categorías, las mayores subidas responden al aumento de los precios de los combustibles y del precio de la electricidad residencial, respectivamente. No obstante, quizá lo más preocupante para las autoridades es que la inflación básica de los servicios, destacando las partidas de Ropa, Alojamiento y Gastos personales, se mantuvo fuerte, rompiendo una racha constante de caídas desde febrero.
Y esto ha sido exactamente lo que han revelado las actas publicadas esta tarde.
Las actas parecen confirmar que el BCB está prestando especial atención a la inflación de los servicios, con algunos miembros del Copom preocupados por su relativa fortaleza, particularmente dada la continua caída de la tasa de desempleo y los sólidos datos de actividad que hemos visto en las últimas semanas. No obstante, y tal y como señalan, existe la posibilidad de que esto responda a una expansión de la renta disponible, y con ello del consumo, debido a diferentes factores como: la dinámica del mercado de trabajo; la caída de los precios de los alimentos -que continuó durante el periodo de referencia-; o los programas de transferencia de renta. Todo ello vendría confirmado por los datos que muestran la resistencia en el consumo de servicios prestados a los hogares. En consecuencia, el Comité advirtió que, si bien es prematuro juzgarlo en la actualidad, el posible impacto de un potencial mantenimiento de esta dinámica de la inflación de los servicios debido a un crecimiento sostenido por el lado de los ingresos y del consumo podría llevar al BCB a una revaluación de la senda de suavización en el futuro.
En definitiva, la publicación de las actas no incorporó grandes dosis de nueva información, pero sí ha servido para que operadores y analistas tengamos en mente cuáles son las prioridades del BCB y en qué se van a basar para plantearse una posible modificación a futuro de la senda de suavización prevista.
Parece entonces evidente que, para que esto ocurra, tengamos que ver una caída marcada en la inflación de servicios, algo que dada la brecha de producción más estrecha parece difícil de vislumbrar a corto plazo. Es por ello que esperamos que el BCB siga recortando los tipos a un ritmo de 50 puntos básicos por reunión este año, algo ya descontado en los mercados de divisas y, que como tal, no supondrá una sorpresa para los observadores del BRL.
A la apertura de los mercados locales, la reacción del USDBRL ha resultado en línea con la de otras divisas de la región, denotando la ausencia de sorpresa de las actas.
Autor:
María Marcos, Analista de Mercado