Banxivo mantuvo los tipos en el 11.5% en su reunión de noviembre, en línea con las expectativas generales, nuestras proyecciones, y el anterior criterio de mantener este nivel durante un «período prolongado».
La decisión unánime no sorprendió, pero el impacto en el mercado se centró en la orientación a futuro, donde el Comité de Política Monetaria atenuó el anterior sesgo agresivo. El Comité ahora sostiene que, para asegurar la convergencia de la inflación hacia el objetivo, será necesario mantener la tasa de interés oficial en su nivel actual «durante algún tiempo», en contraste con la formulación anterior de un «período prolongado». Reconociendo avances en la desinflación, corroborado por los datos del IPC de octubre, el Comité considera que el contexto de la inflación «sigue siendo difícil», en lugar de «muy complejo».
El sesgo menos agresivo vino de la mano de eliminar la referencia a la persistencia de la inflación de servicios, indicando una menor preocupación hacia el futuro, lo cual difiere de nuestra perspectiva sobre la posible complicación que esto representará para Banxico en las primeras etapas del ciclo de relajación, especialmente debido a la rigidez del mercado laboral y las condiciones de crecimiento resistentes.
Aunque el comunicado refleja un tono más moderado, no llega a ser totalmente moderado. Banxico mantiene la percepción de que los riesgos para la inflación en el horizonte de previsión «siguen sesgados al alza», al tiempo que conserva las previsiones de inflación general y subyacente para finales de 2024 y hasta el tercer trimestre de 2025, con una convergencia hacia el objetivo del 3% prevista para el segundo trimestre de 2025.
En general, la declaración se interpretó como una señal de que el banco central está preparando a los mercados para una relajación de la política monetaria a principios de 2024, probablemente en la reunión de marzo según nuestras estimaciones, en lugar de seguir la senda de la relajación este año como lo han hecho sus homólogos.
Considerando que los mercados anticipaban un ciclo de flexibilización más conservador antes de la decisión de ayer, y que los detalles del IPC de octubre confirmaron esa tendencia, resultó sorprendente ver un aumento del 1.65% en el USDMXN. No obstante, la reacción del peso refleja el cambio marginal en el tono de Banxico frente al aumento de los rendimientos de los bonos del Tesoro a largo plazo, en lugar de una interpretación más agresiva de los recortes de tasas por parte de los mercados. En consecuencia, consideramos el retroceso en USDMXN como una reducción de las posiciones largas recientemente reiniciadas, en lugar de un aumento de las apuestas bajistas directas.
En general, este movimiento de precios es coherente con nuestras expectativas de noviembre, donde preveíamos que los mercados volverían a adoptar posiciones largas en carry trade en Latinoamérica, aunque con menos compras que a principios de 2023, dada la mayor volatilidad y los riesgos del mercado.
USDMXN repunta tras decisión de Banxico aunque expectativas de tasas se mantienen inamovibles
Autora:
Simon Harvey, Director de Análisis de Mercado FX