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El mes pasado destacamos que las fuentes de apreciación del dólar se habían ampliado a medida que se abría el canal de aversión al riesgo, con la renta variable sometida a una fuerte presión por el aumento de los rendimientos. Aunque el estallido del conflicto en Oriente Próximo agravó esta situación, el dólar no pudo seguir apreciándose tras un repunte inicial a principios de mes que llevó al índice DXY a superar los 107 puntos y alcanzar nuevos máximos en lo que va de año. A pesar de que se mantuvieron los factores que habían impulsado la rápida subida del dólar, la incapacidad del billete verde para seguir subiendo parecía contraintuitiva a primera vista. Sin embargo, pensamos que la tendencia alcista del dólar puede explicarse en gran medida por tres factores. En primer lugar, los rendimientos de los bonos del Tesoro parecen haber tocado techo, lo que ha producido una relativa estabilidad en la mayoría de los diferenciales de tipos reales de los mercados emergentes y ha contenido la apreciación del dólar. En segundo lugar, la intervención de los bancos centrales asiáticos también ha sido un factor restrictivo, ya que tanto el Banco de Japón como el Banco de Pagos de China han fijado el yen y el yuan en 150 y 7,30 frente al dólar, respectivamente. En tercer lugar, los indicios de que la narrativa del excepcionalismo estadounidense puede empezar a desvanecerse también están contribuyendo a evitar una ruptura del dólar, aunque por el momento lo vemos un poco prematuro.

A primera vista, parece que el mes de noviembre nos deparará más de lo mismo, ya que la senda alcista del dólar seguirá viéndose obstaculizada, al menos en parte, por la dinámica de los tipos y por la intención del Banco Popular de China de evitar una mayor depreciación de la divisa. Además, dado que es improbable que la inflación en los marcos alemanes vuelva a los objetivos de los bancos centrales hasta mediados de 2024 y que la mayoría de los ciclos de subidas se mantendrán en suspenso durante un periodo prolongado, existe el riesgo de que la volatilidad disminuya aún más a medida que los mercados evalúen los nuevos datos en relación con las respectivas posturas de política monetaria. En última instancia, esto debería volver a dejar a los mercados de divisas cotizando en rangos estrechos en un horizonte táctico, con una evolución idiosincrásica que se reflejaría en gran medida en los cruces, como ocurrió el mes pasado. Sin embargo, a pesar de estos factores prohibitivos, seguimos viendo una mayor apreciación del billete verde en el próximo mes, ya que sigue existiendo un riesgo importante de que la zona euro caiga en recesión debido a un endurecimiento monetario excesivo y de que el Banco de Japón permita una depreciación adicional, aunque marginal, del yen.

Puede leer nuestro informe de previsiones de divisas para noviembre de 2023 aquí:

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Autoras:

Simon Harvey, Director de Análisis de Mercado FX

Jay Zhao-Murray, Analista de Mercado

María Marcos, Analista de Mercado

Nick Rees, Analista de Mercado

 

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