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Hoy es un día importante para el BCE, ya que esta mañana se han publicado no uno, sino dos datos clave.

El primero de ellos, los PMI de la Eurozona, arrojó unos resultados en general en línea con las expectativas. Un ligero retroceso en Francia se vio compensado por un rendimiento ligeramente superior en Alemania. De este modo, la lectura agregada de la zona euro se situó en 52,3, sólo ligeramente por encima de las expectativas de consenso de 52,0 y un ligero aumento con respecto a la lectura de 51,7 del mes pasado. Aunque las cifras principales apuntaban a una modesta mejora del crecimiento de la zona euro, lo que constituye una buena noticia aislada, sospechamos que los indicadores de inflación fueron lo que más llamó la atención del BCE. En concreto, mientras que los costes de los insumos aumentaron bruscamente, los precios de los consumidores cayeron en mayo. Esto sugiere una transmisión limitada de los salarios a la inflación y una reversión de la preocupante fortaleza indicada en el informe del mes pasado. Esta dinámica adquiere una importancia adicional a la luz de la publicación de hoy sobre los salarios negociados. En él se muestra que el crecimiento salarial se aceleró a principios de 2024, aumentando hasta el 4,7% en el primer trimestre, frente al 4,5% de finales del año pasado. En conjunto, esto debería ser suficiente para mantener al BCE en la senda de la relajación en junio, incluso con el aumento del crecimiento salarial.

Más allá de esto, sin embargo, creemos que los datos de hoy favorecen a los halcones del BCE, un resultado que ha llevado al euro a subir ligeramente esta mañana.

Analizando los datos de hoy con un poco más de detalle, los servicios siguen apuntalando la expansión de la eurozona, con un aumento de la actividad por cuarto mes consecutivo.  La producción manufacturera, en cambio, volvió a caer. De cara al futuro, todo indica que el ritmo de expansión se mantendrá. El crecimiento de los nuevos pedidos se fortaleció en mayo, estimulando a su vez un repunte del empleo, con la confianza empresarial más alta desde febrero de 2022. Dada esta mejora de las perspectivas, existe naturalmente un riesgo creciente de que las empresas empiecen a sentirse más cómodas repercutiendo el aumento de los costes salariales a los consumidores. De hecho, el informe PMI de abril apuntaba exactamente a esta dinámica.

Sin embargo, el informe PMI de hoy no lo hizo. Mientras que los costes de los insumos subieron con fuerza, impulsados por los servicios, la inflación de los precios de producción se suavizó hasta el nivel más bajo desde noviembre de 2023.

En este contexto, es probable que la aceleración de los salarios negociados de hoy preocupe menos al BCE. Si las empresas no consiguen repercutir el aumento de los costes, un fuerte incremento de los salarios sólo tendrá, en última instancia, un impacto marginal sobre la inflación. Dicho esto, sigue siendo cierto que la aceleración de 0,2 puntos porcentuales de los salarios negociados a principios de 2024 muestra que el crecimiento salarial se mueve en la dirección equivocada para los responsables políticos del BCE.  Además, también es claramente demasiado elevado para ser coherente con una inflación del 2% a medio plazo. Pero profundizando en los detalles, creemos que hay más margen para la tranquilidad. En concreto, la inesperada fortaleza observada en estas últimas cifras parece provenir de un país en particular, Alemania. En este país, la aceleración de los salarios negociados hizo que el crecimiento salarial aumentara hasta el 11,7% interanual en marzo, muy por encima del 5,9% registrado el mes anterior. Sin embargo, teniendo en cuenta que se trata en gran medida de pagos puntuales y que el crecimiento de los salarios en otras economías importantes se sitúa en niveles más modestos, existen buenas razones para que el Consejo de Gobierno considere estas cifras con cierta cautela, y no como un motivo de pánico.

En conjunto, nos inclinamos a pensar que es probable que el modesto repunte del crecimiento salarial y la resistencia de la actividad tengan más peso que una señal de reducción de la transmisión salarial para los responsables de la política monetaria del BCE.

Así pues, aunque seguimos pensando que la rebaja de tipos de junio está prácticamente garantizada, dada la coherencia de los comentarios recientes, los datos de hoy favorecen el argumento de los halcones del BCE a favor de un ritmo relativamente más lento de relajación en el segundo semestre. En términos generales, los mercados parecen haber llegado a una conclusión similar. Las expectativas de relajación para 2024 se han recortado ligeramente, y los mercados prevén ahora algo menos de 2,5 recortes para todo el año 2024. Por ello, el euro ha registrado ligeras ganancias frente al dólar en lo que va de día, con un EURUSD que ha subido 0,2 puntos porcentuales tras la última ronda de datos de esta mañana.

 

 

Autora:

Nick Rees, Analista de Mercado

 

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